Cuando el huracán Dorian azotó las Bahamas en 2019 como el huracán más fuerte registrado en la cuenca atlántica, la devastación fue catastrófica para las islas de Ábaco y Gran Bahama.
Aunque las Bahamas ya habían sufrido grandes tormentas anteriormente, como el huracán Joaquín (2015) y el huracán Matthew (2016), estaba claro que la escala de destrucción provocada por el huracán Dorian no tenía precedentes.
La preparación jurídica y la capacidad institucional del marco de gestión del riesgo de desastres (GRD) para responder y recuperarse del desastre fueron severamente puestas a prueba.
Para emprender la titánica tarea de recuperación del desastre, el gobierno empezó a desarrollar un marco jurídico y político dedicado a la recuperación. En primer lugar, estableció la Autoridad de Reconstrucción de Desastres, mediante una ley habilitante, para abordar las necesidades de reconstrucción y recuperación, y para desarrollar e implementar planes de recuperación para las zonas afectadas tras el huracán Dorian.
Poco después, se desarrollaron la Política, la Estrategia y el Plan de Implementación de Recuperación Resiliente como parte del compromiso del gobierno de aumentar la resiliencia frente a futuros choques y su capacidad de recuperación.
A pesar del nuevo marco jurídico y político establecido, las personas afectadas por el desastre se enfrentaron a numerosos retos durante el proceso de recuperación, entre ellos: la falta de salvaguardias de protección adecuadas contra el riesgo de violencia sexual y de género en los refugios; la falta de opciones para el reasentamiento y la integración de las comunidades migrantes; y la falta de recursos adecuados para que las mujeres reconstruyeran sus hogares.
Este informe se propone examinar las fortalezas y lagunas relevantes para la recuperación de desastres en el marco de la GRD en las Bahamas, ilustrando los desafíos que se enfrentan durante las operaciones de recuperación, y extrayendo buenas prácticas y lecciones aprendidas, incluyendo un análisis de la nueva Ley de Gestión del Riesgo de Desastres, 2022.
El análisis abarca una amplia gama de áreas temáticas y propone recomendaciones para reforzar las leyes y políticas de recuperación tras un desastre en Bahamas. Las áreas temáticas examinadas incluyen: acuerdos institucionales; financiación; valoración, planificación, seguimiento y evaluación; reconstrucción y reparación de viviendas e infraestructuras; salud mental y apoyo psicosocial (MHPSS); educación; impactos medioambientales; protección e inclusión de grupos vulnerables; vínculos con el desarrollo sostenible, reducción del riesgo de desastres (DRR) y adaptación al cambio climático (CCA); y prevención del fraude y la corrupción.