Honrando el imperativo humanitario que guía el accionar del Movimiento Internacional de la Cruz Roja, dos Sociedades Nacionales llevan años apoyándose mutuamente en la prestación de servicios pre-hospitalarios en el territorio transfronterizo desestimando la procedencia de quien necesite la asistencia, aun cuando ello significa el traspaso al territorio vecino. La Cruz Roja Costarricense y Cruz Roja Panameña emprendieron en octubre pasado una gira a la frontera de Paso Canoas para conversar con sus respectivas autoridades sobre los servicios extra-hospitalarios que brindan apelando a que se regule dentro del marco del “Acuerdo para el fortalecimiento de las acciones de salud en las comunidades fronterizas de la República de Costa Rica y la República de Panamá”, la cual hasta la fecha se viene dando sin un amparo legal, pero sin embargo, es facilitada de manera informal por las autoridades de ambos países.
En seguimiento a los esfuerzos que vienen desarrollando ambas Sociedades Nacionales con sus respectivos gobiernos, para que las dos Cruces Rojas sean reconocidas como entidades del sector salud y puedan beneficiarse de las facilidades jurídicas otorgadas por el referido acuerdo; llevaron a cabo del 14 al 16 de abril una segunda gira fronteriza, esta vez en la frontera del Atlántico Norte. El propósito de esta gira fue determinar las estructuras operativas actuales y los desafíos incluyendo términos de seguridad establecidos, identificar la vulnerabilidad de la región y barreras legales para prestar asistencia, así como recolectar información mediante entrevistas con diversas autoridades para conocer sus impresiones de la labor fronteriza realizada por la Cruz Roja.
A diferencia de la frontera de Paso Canoas con una delimitación poco evidente a causa de la gran actividad comercial en la zona, la frontera del Atlántico Norte contrasta radicalmente con la anterior pues el río Sixaola divide claramente los dos países, sobre el cual un puente peatonal y un puente vehicular se constituyen únicas vías de acceso entre ambos territorios. Si bien, el flujo migratorio es menor en número que en Paso Canoas, la población fronteriza se caracteriza por el cruce constante del puente.
La Cruz Roja Panameña en la región de Guabito y Cruz Roja Costarricense en la región de Talamanca entrevistaron a diversas autoridades dentro de las que se encuentran los responsables de aduana, migración, bomberos, policía, servicio nacional de fronteras entre otros. Los entrevistados al igual que en Paso Canoas, reconocieron la labor humanitaria de la Cruz Roja y corroboraron las facilidades que le son otorgadas, a la vez que constatan la necesidad de normar el accionar de las Sociedades Nacionales. Aunado a lo anterior, solicitaron jornadas de capacitación una vez se realice la modificación al Acuerdo Fronterizo a efectos de conocer los procedimientos aplicables así como cualquier otra normativa de carácter internacional que deban tener presente.
El Dr. Gerardo Miranda, Director de la Policlínica de Guabito en Panamá, manifestó que la policlínica debería llamarse “Policlínica Internacional” ya que por su cercanía a la frontera además de atender a panameños que viven en Sixaola, prestan atención médica a población costarricense que no habita en Panamá. “Las ambulancias no pasan el puente de Sixaola, haciendo necesario que los pacientes caminen hasta ser recibidos por personal del otro país”, acotó.
“Se espera que la Cruz Roja Costarricense y la Cruz Roja Panameña sean reconocidas como entidades del sector Salud y se pueda legalizar la prestación del servicio prehospitalario en las zonas fronterizas, donde ambas Sociedades Nacionales cuenten con un parámetro legal que les proteja al momento de brindar asistencia, contribuyendo esto con el fortalecimiento de las capacidades institucionales”, enfatizó Andrés Echeverría, Coordinador de la FICR para Costa Rica y Panamá.
Como consecuencia de esta gira, ambas Sociedades Nacionales fortalecieron su relación con las instituciones fronterizas así como con sus Comisiones Binacionales encargadas de liderar las acciones de salud en frontera, en virtud del Acuerdo, coadyuvando con el pronto canje de notas que reglamentará la asistencia extra-hospitalaria en frontera por parte de la Cruz Roja.