Un terremoto de 8.3 en la escala Richter seguido de un tsunami de 4.5 metros estremeció Chile, provocando la evacuación de alrededor de un millón de personas, su epicentro, la ciudad de Coquimbo. Esta declaración por segundos nos hacía creer que se trataba de una simulación, sin embargo, su realidad resonaba a la par de las múltiples réplicas que se sintieron el 16 de septiembre y los días subsiguientes.
La realidad llegó a contrastarse con la simulación, pues una semana más tarde, Santiago era fuertemente golpeado por un terremoto de magnitud 9.0 en el marco del Ejercicio de Simulación SIMEX, organizado del 22 al 26 de septiembre por la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) y los Bomberos de Chile junto con el apoyo de OCHA y el Grupo Asesor Internacional de Operaciones de Búsqueda y Rescate (INSARAG).
Con la significativa participación de diversas entidades del gobierno de Chile, en coordinación con equipos de búsqueda y rescate (USAR) de veinte nacionalidades así como equipos médicos extranjeros (FMT) de seis países y numerosos actores regionales e internacionales; este ejercicio reunió un estimado de 250 personas que se preparaban y reaccionaban a la calamidad simulada que los confrontaba.
El Programa de Derecho Relativo a Desastres de la FICR jugó un rol activo en las dos fases que compusieron el ejercicio, en primer lugar dentro de los talleres de preparación al ejercicio en donde se presentó al sistema nacional y protección civil , así como a los equipos USAR y FMT los obstáculos más comunes en las operaciones internacionales de respuesta a desastres, seguido a los aspectos legales cruciales para una efectiva respuesta. Adicionalmente, se presentaron los estándares de calidad mínimos y principios con los que deben cumplir los proveedores de asistencia internacional así como la clase de facilidades que éstos requieren para asegurar el cumplimiento de su trabajo en atención a las recomendaciones de las Directrices IDRL.
Durante la segunda fase, correspondiente a la simulación, la FICR contribuyó haciendo parte del grupo de control de la Autoridad Nacional de Gestión de Emergencias (LEMA). En este sentido, se introdujeron mensajes de situación para poner en práctica la normativa chilena para la activación del COE, solicitud de la asistencia internacional, llegada del personal humanitario (equipos USAR y FMT), equipos y bienes al país así como los mecanismos de coordinación.
Por su parte, Colombia también puso a prueba su normativa y protocolos para la atención a desastres mediante el ejercicio de simulación que tuvo lugar del 4 al 6 de octubre en Bogotá. Colombia se destaca por sus relevantes avances en materia de IDRL, en donde se enfatiza la creación de la Comisión IDRL conformada por diversos actores del sistema nacional de gestión de riesgo de desastres, con el objetivo de facilitar el ingreso del personal humanitario y la asistencia internacional en desastres de gran magnitud. Dentro de la simulación la referida comisión se instaló rápidamente en los puntos fronterizos. Al finalizar el ejercicio se evidenció la necesidad de revisar los protocolos de coordinación interinstitucional así como procedimientos especiales para la efectiva entrada de la asistencia. Igualmente, se identificó la relevancia de reforzar la capacitación a oficiales fronterizos en el uso y aplicación de la normativa especial durante desastres.
Ambas simulaciones cumplieron a cabalidad su objetivo de poner en práctica los procedimientos, protocolos y metodologías de coordinación entre actores nacionales e internacionales al verse sobrepasada la capacidad de respuesta nacional, corroborando una vez más que a través de la preparación que ofrecen este tipo de ejercicios se pueden evidenciar las fortalezas así como las áreas por desarrollar del país, destacándose el rol preponderante que juegan los marcos normativos e institucionales para la respuesta.